miércoles, 18 de noviembre de 2020

Influencia de las Drogas en la Salud

 Autores.

Jose Alfredo Hidalgo Chaves

Gladys Rocio Brenes Montero 

Yesica Hernández Mayorga 


Consumo mundial de sustancias psicoactivas y su carga para la salud

Antes de iniciar el tema, resulta conveniente conocer a que se refiere el término de sustancias psicoactivas para lograr comprender de una mejor manera:

Las sustancias psicoactivas son compuestos que al ser ingeridos provocan un efecto en el sistema nervioso produciendo alteraciones, generalmente son utilizadas por el efecto de relajación, alivio de dolores y la sensación de bienestar que produce, la Organización Mundial de la Salud (2005), define el concepto de sustancias psicoactivas como:

Sustancias que al ser tomadas pueden modificar la conciencia, el estado de ánimo o los procesos de pensamiento de un individuo, cuando ingresan al cuerpo actúan en el cerebro mediante mecanismos que normalmente existen para regular las funciones de estados de ánimo, pensamientos y motivaciones (p.2)


A nivel mundial existe un alto consumo de sustancias psicoactivas, algunas de estas sustancias son de consumo legal en la mayor parte del mundo, como el alcohol, bebidas energizantes y el tabaco, este último generalmente es mediante cigarrillos, mientras que otras son consideradas ilegales, entre la lista de sustancias ilegales se encuentra la heroína, cocaína, cannabis, entre muchas más, el uso de estas sustancias se asocia con consecuencias negativas a corto y largo plazo en la salud física y mental del consumidor. La población masculina resulta más involucrada en el consumo de estas sustancias, pero en los últimos tiempos se ha notado un incremento en la participación femenina.

Se considera que los factores más influyentes en el consumo de sustancias psicoactivas corresponden al nivel de desarrollo, la urbanización, la fácil disponibilidad de sustancias, así como la pobreza, el desempleo y la constante violencia, el sector más vulnerable lo constituye los niños y jóvenes, esto ocasiona un grave problema debido a que entre más temprano se inicia el consumo mayor es la probabilidad de dependencia.

Las sustancias psicoactivas se clasifican según los efectos que producen en depresoras, estimulantes y psicodélicas, Infodrogas (s.f) las define de la siguiente manera:

Depresoras: disminuyen o retardan el funcionamiento del sistema nervioso central,    disminuyen la apreciación de los estímulos externos y provocan relajación, sensación de bienestar, sedación, apatía y disminución de la tensión, son consideradas drogas depresoras el alcohol y la heroína.

Estimulantes: aceleran la actividad del sistema nervioso central provocando euforia, desinhibición, menor control emocional, irritabilidad, entre otros, dentro de este grupo se ubica la cocaína.

Psicodélicas o alucinógenas: producen distorsiones en las sensaciones y alteran marcadamente el estado de ánimo y los procesos de pensamiento. La ketamina y el LSD forman parte de este grupo.

Además, las sustancias son clasificadas según su origen como naturales o sintéticas.

  

El consumo de Alcohol:

El hábito de la ingesta de alcohol es una realidad en todo el mundo y es el causante de muchas enfermedades, se cree que el consumo de alcohol puro a nivel mundial por personas mayores de 15 años según la Organización Panamericana de la Salud (2018), es de 6,4 litros en el 2016 y los niveles más altos de consumo de alcohol por habitante se observan en países de la Región de Europa (p.4)

De acuerdo con lo anterior, gran cantidad de personas consumen bebidas alcohólicas en el mundo lo que ocasiona el surgimiento de la morbilidad, es decir, aparición de diversas enfermedades que acusan daños graves en el individuo, se puede mencionar problemas digestivos como cirrosis, problemas cardiovasculares, cáncer, enfermedades infecciosas, entre otros, en muchas ocasiones estas enfermedades ocasionan la muerte. La Organización Panamericana de la Salud (2018), estima que de las muertes producidas en el 2016 relacionadas con el consumo de alcohol, el 21,3% corresponde a enfermedades digestivas, el 19% a enfermedades cardiovasculares y el 12,6% a cánceres, enfermedades infecciosas 12,9% (p.8)

 

Por otra parte, debido a los efectos en el funcionamiento del cuerpo que causa la ingesta de alcohol, esta se relaciona de manera directa y tiene mucha influencia con diversos traumatismos producto de accidentes, el autor antes mencionado,  recalca que en el 2016 el 28,7% de las muertes producto del consumo de alcohol se debieron a traumatismos (p.8), esta cifra es mayor que las muertes por enfermedades, lo que permite determinar que el consumo de alcohol además de las enfermedades que provoca es causante de gran cantidad de accidentes y muertes prematuras.

El siguiente gráfico muestra los datos antes suministrados:

  



El consumo de tabaco:

El tabaquismo es un hábito desarrollado en el mundo, es causante de gran cantidad de enfermedades y productor de muchas muertes, afortunadamente en los últimos años ha experimentado una disminución en el consumo, según lo expuesto por la Organización Panamericana de la Salud (2018): “entre el 2007 y el 2015, la proporción de fumadores de tabaco disminuyó de 23,5% a 20,7% entre las personas de 15 años y más” (p.4), lo que constituye una dato muy positivo, los hombres continúan  siendo los mayores consumidores del tabaco a nivel mundial, aunque en algunos lugares gran cantidad de mujeres también son participes.

El consumo de tabaco es un problema muy grave, además de producir graves daños en la salud del consumidor, también las personas que le rodean sufren efectos por el humo emitido. La Organización Panamericana de la salud (2018), afirma que más de 7 millones de personas mueren por año a nivel mundial producto del tabaco, de las cuales, más de 6 millones por el consumo diario y más de 900 000 por la exposición al humo (p.4), estas muertes son asociadas por diferentes enfermedades que el tabaco produce. La mayoría de los efectos adversos para la salud provienen de los alquitranes y el monóxido de carbono que se liberan al consumir nicotina en forma de cigarrillo (Organización Mundial de la Salud, 2005, p. 10), entre las enfermedades más comunes se encuentra el cáncer de boca y otros problemas producidos en la cavidad bucal, distintos cánceres, enfermedades cardiovasculares, daños a nivel cerebral, problemas respiratorios y disfunción pulmonar, debilitamiento del sistema inmunitario, problemas de fertilidad, en el caso de mujeres graves daños en el feto e incluso la muerte, diabetes, entre otros.

 


 

 

Imagen #2. Los efectos del tabaco en el cuerpo (Organización Mundial de la Salud, s.f)

 

La Organización Panamericana de la salud (2018), estima que la mortalidad producto del tabaco en el mundo es de 12%, expresa que las muertes por enfermedades no transmitibles corresponden al 15% por enfermedades cardiovasculares, 26% por cáncer y 51% por enfermedades crónicas respiratorias (p.3), se considera el consumo de tabaco como uno de los principales causantes de muerte en el mundo.

Consumo de drogas:

El consumo de drogas en el mundo constituye un serio problema debido a su rápida dependencia y a la necesidad constante de aumentar la dosis para sentir el mismo efecto, además de los daños que produce. De acuerdo con lo expuestos por Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (2016): alrededor de 250 millones de personas de entre 15 y 64 años, consumieron por lo menos una droga en 2014 (p.9).

Entre las drogas que más se consumen se encuentra el cannabis, la cocaína y la heroína, siendo la primera la mayor utilizada a nivel mundial y la heroína la más nociva para la salud debido al riesgo de sobredosis y por su técnica de uso mediante inyecciones presenta un alto riesgo en los contagios de enfermedades como sida y hepatitis c, con respecto a esto, la Oficina de Naciones Unidas Conta la Droga y el Delito (2016) menciona: los consumidores  de cannabis sumaron 183 millones en el 2014 y en relación a  los consumidores de drogas por inyección, una de cada siete personas que se inyectan drogas vive con el VIH, y una de cada dos con la hepatitis C (p.10), por lo que se puede determinar que gran parte de la población consumidora de sustancias inyectadas a nivel mundial tiene sida y la mitad hepatitis c, enfermedades que son transmitidas por la falta de precaución y el compartir de las agujas. 

 

 

 

 


Imagen #3. Consumo de drogas por inyección (Oficina de Naciones Unidas Conta la Droga y el Delito, 2017, p.11)

Existen otras enfermedades producidas por el consumo de drogas, como tuberculosis, daño cerebral y afectación en la salud mental producto de la alteración que ocasiona la droga, generando un cambio en el comportamiento y a la vez se produce un deterioro en el funcionamiento del cerebro, convulsiones, enfermedades cardiacas relacionadas con la arritmia que producen daños en el corazón, pérdida del control, entre otras. Importante mencionar que el problema se vuelve aún mayor cuando las personas se vuelven policonsumidoras, esto genera daños fatales en el organismo.

Las muertes derivadas por el consumo de estas sustancias ilícitas a nivel mundial se estima que fue alrededor de 207.400 en el 2014, las muertes por sobredosis representan aproximadamente entre un tercio y la mitad de todas las muertes relacionadas con las drogas siendo los opioides los mayores causantes (Oficina de Naciones Unidas Conta la Droga y el Delito, 2016, p.9)

 

 

Síntesis:

Se puede afirmar que el consumo de sustancias psicoactivas a nivel mundial es elevado, si bien es cierto la gran mayoría de personas no son consumidores, las cifras son alarmantes y más aún cuando se dan a conocer las diversas consecuencias en salud que estas provocan, tanto en el bienestar físico, psicológico y emocional (relacionado con trastornos depresivos, ansiedades, tendencias suicidad, entre otros), como en el sin número de enfermedades que ocasionan la muerte en gran cantidad de casos.

 

 

Consecuencias adversas de las sustancias psicoactivas y sus mecanismos de acción y consumo.

Las personas tienden a consumir sustancias psicoactivas por distintas razones, ya sea para “sentirse bien”, alivio del estrés, suprimir el dolor entre otras, sin embargo, el uso constante de estas sustancias puede volverse adictivo y traer consigo problemas sociales y de salud.

Según la Organización Mundial de la salud (2004) Los principales efectos nocivos del consumo de sustancias pueden dividirse en cuatro categorías:

·         Efectos crónicos sobre la salud: por ejemplo; en el caso del alcohol, esto incluye la cirrosis hepática y otras enfermedades crónicas; en el caso del tabaco consumido en forma de cigarrillos, el cáncer de pulmón, el enfisema y otras enfermedades crónicas. Debido al uso compartido de agujas, el consumo de heroína inyectada constituye un importante medio de transmisión de agentes infecciosos, como el VIH (recuadro 1) y en varios países los virus de las hepatitis B y C.

·         Las sustancias tienen efectos a corto plazo sobre la salud biológica: se incluyen en esta categoría las muertes debidas a los efectos sobre la coordinación física, la concentración y el juicio en circunstancias en las que estas cualidades son necesarias, grupo en el que destacan las muertes por conducir bajo los efectos del alcohol o de otras drogas, pero también se incluyen otros accidentes, los suicidios y, al menos en el caso del alcohol, las agresiones.

·         La tercera y cuarta categorías de efectos nocivos comprenden las consecuencias sociales adversas del consumo de sustancias; esto es, problemas sociales agudos (como la ruptura súbita de relaciones o los arrestos), y crónicos (como el incumplimiento de las obligaciones laborales y familiares).

 

 Imagen 4. (Sanchez, 2018).

 

 

Antes, la dependencia de sustancias no se consideraba como un trastorno cerebral, no obstante, con los progresos recientes de la neurociencia ha quedado claro que la dependencia de sustancias es un trastorno cerebral, tanto como cualquier otra enfermedad neurológica o psiquiátrica.

La dependencia es un trastorno causado por el consumo de sustancias psicoactivas, que trastornan los procesos cerebrales perceptuales, emocionales y motivacionales normales.

Diferentes sustancias psicoactivas tienen diferentes formas de actuar en el cerebro para producir sus efectos. Se unen a diferentes receptores y pueden aumentar o disminuir la actividad de las neuronas a través de varios mecanismos diferentes. En consecuencia, tienen diferentes efectos conductuales, diferentes ritmos de aparición de la tolerancia, diferentes síntomas de abstinencia y diferentes efectos a corto y a largo plazo. No obstante, las sustancias psicoactivas comparten características similares en la forma de alterar regiones cerebrales implicadas en la motivación, y esta es una característica trascendente en las teorías sobre el desarrollo de la dependencia (OMS, 2004).

Según la Organización Mundial de la salud (2004) citando a la CIE-10, existen seis criterios de dependencia, y una persona que se caracterice con al menos tres de estos puede diagnosticarse como “dependiente”:

Criterios diagnósticos de la dependencia del consumo de sustancias en la CIE-10

Para establecer el diagnóstico es necesario que durante el año anterior hayan estado presentes en algún momento tres o más de los siguientes criterios:

1) Deseo intenso o compulsivo de consumir la sustancia.

2) Dificultades para controlar el consumo de la sustancia, sea con respecto a su inicio, a su finalización o a su magnitud.

3) Estado fisiológico de abstinencia al detener o reducir el consumo de la sustancia, puesto de manifiesto por el síndrome de abstinencia característico de esa sustancia o por el consumo de la misma sustancia (u otra muy parecida), con la intención de evitar o aliviar los síntomas de abstinencia.

4) Presencia de tolerancia, que hace que sean necesarias mayores dosis de la sustancia psicoactiva para lograr los efectos producidos originalmente por dosis menores.

5) Abandono progresivo de otras fuentes de placer y de diversión a causa del consumo de la sustancia psicoactiva y aumento del tiempo necesario para obtener o tomar la sustancia, o para recuperarse de sus efectos.

6) Persistencia en el consumo de la sustancia, pese a la existencia de pruebas evidentes de sus consecuencias manifiestamente perjudiciales, como los daños hepáticos causados por el consumo excesivo de alcohol, los estados de ánimo depresivos consecutivos al gran consumo de una sustancia o el deterioro de la función cognitiva relacionado con el consumo de una sustancia. Debe investigarse si el consumidor es o podría llegar a ser consciente de la naturaleza y gravedad de los perjuicios.

 


Video tomado de: Liferder. (2016). 10 Graves Consecuencias de las Drogas en la Salud. Recuperado de: https://youtu.be/CELb9S4C-qM


 

Cuál es la relación entre el consumo de droga y el delito

Estos dos conceptos aunque parecen ser muy diferentes, en realidad no lo son y guardan una línea que los puede relacionan mucho no solo en cómo pueden llegar a dañar a una persona sino de las consecuencias que genera para la sociedad en general.

Para empezar a entender su relación sería bueno conocer de que se trata cada uno de estos conceptos esto en palabras más entendibles para cualquiera

Las drogas son sustancias químicas que cambian el funcionamiento del cuerpo que la consume, generando un efecto de estimulación, alucinógeno, narcótico o dependiente, estos efectos pueden dañar gravemente la forma de percibir las cosas, además de generar un efecto negativo para el que la consume así como para la sociedad.

Y el delito es un acto o conducta que genera una infracción que va primero que todo en contra del orden público y que afecta a la sociedad y después que es una acción contraria al orden jurídico por lo cual debe de ser penada, el delito puede ser cometido por diferentes motivos e impulsos como lo puede ser fenómenos como pobreza o algún tipo de trastorno, pero también por las drogas y sus efectos en las personas y se puede manifestar desde robos para el consumo así como el narcotráfico.

Como bien lo mencionamos el delito sostiene un vínculo con las drogas esto quiere decir que un porcentaje muy alto de personas relacionadas a drogas tienen a cometer algún tipo de delito, pero esto no quiere decir que todas las personas que consumen drogas son infractores de delitos, al igual que personas que cometen delitos en muchos casos no guardan relación con las drogas.

 

video tomado de: Sintesis TV. (2017). Como se relacionan la violencia y el consumo de drogas. recuperado de: https://youtu.be/sbsfm9juVak


Para entender mejor esta relación analizaremos el marco tripartito de Goldstein

1.    La atribución sistemática: esta guarda relación con el delito por el simple hecho de que se desarrolla en el marco de la venta ilegal y para el narcotráfico el cual es un hecho punible que va en contra del orden y la seguridad social, dentro de esta atribución resalta un acto muy a favor del delito el cual es la violencia ya que por ejemplo se da las disputas por territorio que generan miedo a la sociedad, así como la extorsión el cual compromete la integridad física de las personas dentro de este marco y además de atentar contra la vida de las personas que se encuentran a su alrededor.

 

2.    Atribución económico-compulsivo: Como lo menciona Valenzuela y Larroulet, 2010, p. 38): La relación teórica y empíricamente mas sostenida entre droga y crimen es la que responde a la violencia económico-compulsiva que comprende el delito realizado con el propósito de adquirir drogas.

 

Lo que empieza como un simple estimulo por el consumo genera una gran adicción la cual se puede convertir en una fuente para cometer delitos ya que una vez que por diferentes razones no se cuente con los recursos económicos para el consumo se va a recurrir a la obtención de bienes ajenos estos pueden ser dinero o objetos los cuales se venderán para poder  comprar drogas para su consumo

La adicción por las sustancias ilícitas genera que se ocupen mas cantidades de droga y con mayor frecuencia de manera que el aumento de las actividades ilícitas también van a ser mas frecuentes y estas actividades van a estar acompañadas de actos de violencia para el fin a conseguir sin importar el daño que ocasionen.

3.    La atribución psicofarmacológica: la última vía que considera Goldstein es la violencia psicofarmacológica, que comprende aquella violencia generada por el efecto psicoactivo de alguna sustancia. La investigación empírica muestra una proporción muy alta de delitos que se cometen bajo la influencia de alcohol o drogas (Valenzuela y Larroulet. 2010, p. 39).

 

 Imagen.5. Marin y Claver. (2014). Drogas y delitos

 

Esta imagen guarda un estricta relación de que mediante las drogas se puede recurrir a las actividades ilícitas ya sea por la adicción que se genera, entonces se recurren a los delitos para satisfacer las necesidades en cuanto a drogas, además de creer que las drogas incentivan a que las personas bajo sus efectos puedan cometer delitos.

El consumo activo de drogas genera adicción, y las personas que se encuentran bajo los efectos de las drogas no son en su mayoría consientes de lo que puede suceder ni lo que pueden provocar ya que los estímulos que se reciben pueden estar asociados a la pérdida del control y por ende generar violencia y demás delitos que van en contra del orden social.

 

Referencias bibliográficas:

Infodrogas. (s.f). Qué son las drogas. Recuperado de: https://www.infodrogas.org/drogas?showall=1

Lifeder. (2016). 10 Graves Consecuencias de las Drogas en la salud. Recuperado de: https://youtu.be/CELb9S4C-qM

Marin y Claver. (2014). Psicología y Criminología, Drogas y Delitos: Cocaína. Recuperado de: https://martapsicocrimi.wordpress.com/2014/10/20/drogas-y-delitos-cocaina/

Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito. (2016). Informe mundial sobre las drogas. Recuperado de: https://www.unodc.org/doc/wdr2016/WDR_2016_ExSum_spanish.pdf

Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito. (2017). Informe Mundial sobre las Drogas 2017. Recuperado de: http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/Informe%20Mundial%20sobre%20Drogas%202017.pdf

Organización Mundial de la Salud. (2004). Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas. Recuperado de https://www.who.int/substance_abuse/publications/neuroscience_spanish.pdf

Organización Mundial de la Salud. (2005). Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas. Washington. Recuperado de: https://www.who.int/substance_abuse/publications/neuroscience_spanish.pdf

Organización Mundial de la Salud. (s.f). El tabaco y el cuerpo humano. Recuperado de: https://www.ministeriodesalud.go.cr/sobre_ministerio/tabaco_2017_2018/UCI_tabaco_cuerpo_humano_20092019.pdf

Organización Panamericana de la Salud. (2018). Informe sobre el control del tabaco en la Región de las Américas. Washington. Recuperado de: http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/Informe%20sobre%20tabaco%202018.pdf

Organización Panamericana de la Salud. (2018). Informe sobre la situación mundial del alcohol y la salud. Recuperado de: https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/51352/OPSNMH19012_spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Sanchez, A. (2018). Prevención al consumo de sustancias toxicas. Recuperado de http://adolfosanchezoctubre01.blogspot.com/

Síntesis TV. (2017). Como se relaciona la violencia y el consumo de drogas. Recuperado de: https://youtu.be/sbsfm9juVak

Valenzuela, E y Larroulet, P. (2010). La relación Droga y Delito: una estimación de la fracción atribuible. Estudios públicos. Recuperado de: https://aprende.uned.ac.cr/pluginfile.php/1229126/mod_resource/content/3/La%20relaci%C3%B3n%20droga%20y%20delito.pdf

 


 

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